miércoles, 9 de abril de 2014

Pido permiso para nacer


Hoy volveré a nacer: pido permiso.
Permiso útero, permiso cordón prieto.
Permiso agua, placenta, oscuridades.
No podrá retenerme la tibieza
plácida y calma del vientre cobijante.
No podrán disuadirme las presiones
de este túnel de carne que hoy me puja.
Con decisión inequívoca y sagrada
determino nacer: me doy permiso.
Y aquí estoy, desnuda de corazas,
dispuesta a recibir besos y abrazos
(no la palmada que provoque el grito:
ya no permitiré que me golpeen.)
Parteras de quien vengo renaciendo,
miren quién soy: soy digna. Las recibo.
Miren quién soy: adultamente niña.
Miren quién soy: vengo a ofrecer mi entrega.
Miren quién soy: apenas si respiro,
pero, de pie, me yergo y me estremezco,
dándome a luz en mi realumbramiento.
Tengo coraje para empezar de nuevo:
fortalecido en mis fragilidades
lloro de dicha, de dolor… Lloro de parto.
Lloro disculpas a quienes no me amaron,
por el maltrato, el frío, el abandono:
lloro la herida de todo lo llorable.
Y lloro de ternura y de alegría
por tanto recibido y encontrado:
lloro las gracias por el amor,
por la bondad de los que me ampararon.
Lloro de luz, y lloro de belleza
por poder llorar: lloro gozosa.
Sin más queja, dolida y reparada
por la caricia de este útero abrazante,
aquí estoy: recíbanme.
Me perdono y perdono a quien me hiriera.
Vengo a darles y a darme íntimamente
una nueva ocasión de parimiento
a la vida que siempre mereciera.
Me la ofrezco y la tomo. Me redimo.
Con permiso o sin él, YO me lo otorgo:
me doy permiso para sentirme digna,
sin más autoridad que mi propia Conciencia.
Pido permiso para nacer
(PABLO NERUDA)

No hay comentarios:

Publicar un comentario